Dios Te Ama a Pesar De Tus Dificultades

1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana. (María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.) Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.

17 Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. 18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; 19 y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. 20 Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. 21 Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. 23 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. 25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? 27 Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo.

28 Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí y te llama. 29 Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él. 30 Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. 31 Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. 32 María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. 

Juan 11:1-5, 17-32 rvr1960

El corazón del ser humano tiene la inclinación a dudar del amor de Dios cuando las cosas empiezan a empeorar. No hay desafío en confiar en Dios y amar a Dios cuando no hay problemas.

Tu fe es desafiada cuando se presentan situaciones difíciles. Por lo general relacionamos lo que vivimos en el momento con el amor de Dios. Por eso hay personas que dudan del amor de Dios en medio de las crisis de la vida. Sin embargo, la Biblia nos relata que el amor de Dios no puede ser alterado.

El amor de Dios no falla. Dios no se puede negar su naturaleza y su naturaleza es amor.

Aunque Jesus amaba a la familia de Marta y Maria, la enfermedad golpeo su familia. Jesús amaba a Lazaro y la muerte aun le alcanzo.

Aunque tu situación parece contradictoria, no dejes de confiar el Dios que te ama y puede cambiar la situación en cualquier momento.

El problema es que no sabemos discernir el plan de Dios en medio de la crisis que atravesamos. Así como Pedro dudo cuando caminaba en el El miedo te hace dudar de todo lo que Dios te dice. Pero hoy te digo que no importa lo que este pasando, si Dios te dio una palabra esa palabra se cumplirá. No pierdas tu enfoque en medio de la tormenta. Si entendieras el poder de una promesa hecha por Dios permanecerás firme.

Debes entender que mayor es lo que Dios hará en el futuro que lo que estas viviendo en el presente. En el presente puedes estar atravesando dificultades pero esto anuncia un peso de gloria en el futuro.

No estamos llamados a comprender a perfección el plan que Dios tiene. Pero SI, estamos llamados a creerle a nuestro Dios conforme al plan que Él tiene para nosotros. Dios nunca da la revelación completa.

Lo que Marta y Maria no entendían que experimentarían una faceta nueva de Jesus que no habían conocido antes. Jesus le dijo que iba a hacer, Él le habló de resurrección a Marta. Sin embargo, la turbación de ella no le dejo entender lo que Jesus iba a hacer. Jesus le hablo del milagro que esta a punto de hacer. Marta no lo puede entender. Lo mismo pasa contigo cuando te enfocas en el problema.

Deja de ver el problema. Y empieza a ver al Dios que te salvó.

Maria era adoradora. Ella llega y se postra delante de Jesus. Pero, por causa del problema ella deja de adorar. Así mismo sucede con personas que dejan de adorar cuando enfrentan problemas. Debes tener cuidado lo que hablas en medio de tus dificultades.

No permitas que el diablo toque tu fe. No permitas que toque tu integridad. No dejes que el toque tu adoración.

Dios anda buscando gente que le crean. El desafío de este tiempo esta siendo dirigido a tu fe.

Maria es la de adoración. Marta es la de servicio. Hoy en día se necesitan las dos cosas. Debes entender si eres adorador también eres servidor. Mezcla la dos cosas. El servicio te ayuda a crecer y derriba tu orgullo. Jesus dijo que vino a servir. El servicio es cultura del reino y Él vino a modelar esa cultura. Necesitas servir porque es lo que Dios usa para formar tu corazón.

Marta la del servicio se queja. Maria la de la adoración se postra y se queja. Esto nos dice que hay personas que se postran para quejarse y no para adorar. El hecho que te postre no quiere decir que de tu corazón fluye agradecimiento en medio de tu situación difícil. Lo que perfuma el trono es la adoración que fluye en medio del desierto que atraviesas.

En la alabanza reconoces la mano de Dios. La adoración te hace reconocer el rostro de Dios. La adoración es para gente intima y se encierran en su habitación para estar a solas con Dios. El problema es que hay personas que solo buscan la mano de Dios que representa provisión; pero cuando al provisión para ellos sueltan la alabanza y la adoración. Sin embargo, la adoración genuina hace que la presencia descienda. Y es la presencia que abre las puertas.

La duda de Maria y su turbación hace que ella mande para el futuro lo que Jesús quería hacer en el presente. Jesus le estaba hablando de un milagro en su presente. Tu tienes que aprender a discernir cuando Dios quiere hacer su próximo movimiento a tu favor. Hay milagros para tu presente. No lo mandes para mañana cuando Dios dice que es para ¡¡HOY!!

Dios puede hacer todo lo que tú y yo no podemos hacer.

Hay tormentas que la permite Dios y no son del diablo. Dios permitió que Lazaro muriera. No fue una obra del diablo.

Lazaro fue sepultado en un cementerio. Allí habían más muertos. Sin embargo, cuando Jesús dio la orden y lo llama, él se levanta. Ningún otro resucitó. De igual manera, Dios te llama a ti a pesar de haber mas personas necesitadas a tu alrededor.

Maria y Marta y todos los que estaban allí, pudieron conocer un nuevo nivel del poder de Dios cuando Lazaro resucitó. Ademas, Jesús restaura el cuerpo del Lazaro. Lo cual nos indica que el mismo Jesús que da vida también trae restauración. Dios hace una obra completa. Él no lo deja nada a medias.

Jesús El mismo que resucita, repara, también libera. Su mano no se detiene hasta que la obra este terminada. No detengas lo que Dios esta haciendo aunque no lo entiendas.